martes, 21 de septiembre de 2010

Dos listas se disputarán la conducción de la CTA (el debate que no fue)


Por primera vez se hará una elección con más de un candidato con fuerte representación en la central obrera disidente. Votan el jueves en todo el país cerca de 1.400.000 afiliados.

Hugo Yasky: “No queremos retroceder a una etapa testimonial” 
–¿Cómo ve el movimiento sindical argentino actual? –El movimiento sindical jugó un papel importantísimo en la resistencia de la etapa neoliberal, cuando se fue forjando la Central de Trabajadores de la Argentina. Hace quince años luchábamos contra los recortes de salarios y contra la flexibilización laboral. Hoy se instaló de nuevo la disputa por el aumento salarial y el movimiento sindical logró una nueva presencia en esta etapa, que es la que surge del protagonismo político de la CTA en estos últimos cuatro años.
–¿Qué opina del proyecto de la CGT para que los trabajadores participen en las ganancias empresariales? –Es un proyecto que significa un avance. Creemos que con algunas observaciones que vamos a presentar en la Comisión de Trabajo se debería avanzar con la sanción de esa ley, pero también hay que apuntar que la desmedida reacción de los grupos empresarioles que salieron a batir el parche tiene que ver con que saben que en esta etapa hay que profundizar el debate de algunas leyes y políticas públicas que son claves para avanzar hacia un modelo distributivo más justo. Por ejemplo, el proyecto de tolerancia cero con el trabajo en negro que vamos a impulsar después del 23 de septiembre desde la CTA y que es clave, porque aun cuando la participación en las ganancias sea importante, mientras haya casi un 40% de trabajadores no registrados éstos no solamente quedan afuera de cualquier discusión de ese tipo sino que siguen participando de las pérdidas.

–¿Cuál es la mayor deuda del Gobierno en materia laboral?
–Avanzar incisivamente en la eliminación del trabajo en negro y definir políticas de alcance nacional que terminen con el flagelo de la desigualdad entre trabajadores que cumpliendo la misma tarea, por estar en las provincias más pobres reciben salarios más bajos y hasta asignaciones familiares menores que las del valor nacional. Dentro de esa deuda está el otorgamiento de la personería gremial para la CTA y las organizaciones que la piden. Sería muy importante avanzar con el proyecto de ley para las empleadas domésticas que se está discutiendo en el Congreso.

–¿Y el mayor logro? –La reestatización del sistema jubilatorio, que es una medida por la que luchan los trabajadores de otros países del continente. La asignación universal por hijo, que constituye además de un avance extraordinario, una bandera de lucha histórica de la CTA.

–¿Por qué cree que los afiliados a la CTA deberían votar por usted?
–Porque hay que dar continuidad a la política que permitió en estos últimos cuatro años posicionar a la CTA como legítima expresión de la clase trabajadora y los movimientos sociales y que tenga la capacidad de avanzar en la lucha por la distribución de la riqueza y la profundización de un modelo basado en la democracia sindical.
–¿Qué lo diferencia del otro candidato? –La lista 10 logró integrar alrededor de su propuesta al 90% de las organizaciones sindicales de la casi totalidad de los movimientos sociales que componen nuestra central. Eso es lo que nos diferencia sustancialmente de la otra lista, cuya propuesta haría retroceder a la CTA a una política testimonial en la que correríamos el riesgo de perder nuestra autonomía, convirtiendo a la CTA en una especie de híbrido entre un partido político y una ONG. Necesitamos una CTA que no estigmatice a la inmensa mayoría de los trabajadores que no quiere que a este país lo vuelva a gobernar la derecha.

Pablo Micheli: “Yasky tiene relaciones carnales con el Gobierno”
–¿Cómo ve el movimiento sindical argentino actual? –Voy a pecar de subjetivo, porque a partir del surgimiento de la CTA el movimiento obrero tuvo un cambio importante. Del unicato sindical, la CTA lo que hizo fue alumbrar un poquito de pluralidad y dar la posibilidad de que se pueda construir una central de un nuevo tipo en la Argentina como hay en otros países. En términos de organización, lo veo mejor que en la década del ’90. En término de condiciones laborales, lo veo no muy distinto a la década del ’90, lamentablemente, porque no ha habido grandes transformaciones dado que sigue intacta la matriz neoliberal en la distribución del ingreso, más allá de que el Gobierno diga que ha dado pasos. No son los pasos que necesita este pueblo para vivir más dignamente.

–¿Qué opina del proyecto de la CGT para que los trabajadores participen en las ganancias empresarias?
–Me parece bien. Todo lo que tienda a que los trabajadores tengan mayor participación en la renta para volver a alcanzar lo que alguna vez tuvimos en la Argentina, ese 50 y 50, bienvenido. Lo que pasa es que no alcanza con un proyecto. Si no se lo pelea en la calle, por más proyecto que pongas, los empresarios no lo van a aceptar, se lo va a tener que conquistar. Y eso se logra con organización y movilización.

–¿Cuál es la mayor deuda del Gobierno en materia laboral?
–El trabajo en negro. El 52% de los trabajadores argentinos están o en relación de dependencia precaria, en negro o subocupados. Particularmente es deuda el tema del trabajo en negro en la Nación, que es responsabilidad directa del Poder Ejecutivo nacional. No podés ser gobierno y dejar las cosas tal cual están. Pero la deuda más grave de este Gobierno para con la sociedad es con los pibes y con los viejos. Porque millones de pibes están en la pobreza y porque el 80% de los viejos ganan 1.050 pesos y no hay 82% móvil.

–¿Y el mayor logro?
–Que se haya bajado la desocupación, que haya más empleo, aunque sea empleo pobre. Pero hay más trabajo.

–¿Por qué cree que los afiliados a la CTA deberían votar por usted? –Porque yo represento los principios fundacionales de la CTA, que son la autonomía de la central de los partidos políticos, de los grupos económicos y de los gobiernos. Porque otro de los principios es que la CTA nace como expresión del movimiento social y no como una mera expresión sindical. Esto es que la CTA da cuenta de la nueva realidad laboral que quedó después del paso del neoliberalismo por la Argentina. La nuestra no es una central de sindicatos, es una central de trabajadores y trabajadoras, a diferencia de la CGT. El proyecto nuestro diferencia claramente estas cosas respecto a la CGT, el proyecto de Yasky se parece mucho a la CGT. Además, los dirigentes de la CTA tienen derecho a ser de cualquier partido, lo que no pueden es llevar a la CTA detrás de ese partido o ese gobierno. Y Yasky tiene relaciones carnales con el Gobierno de Kirchner. Eso hace que peligre la autonomía de la central.

–¿Qué lo diferencia del otro candidato?
–Estos tres ejes: autonomía, la concepción filosófica de la central que tenemos uno y otro y la forma de acumular poder para los trabajadores. Tenemos distintas caracterizaciones respecto del Gobierno, a la etapa que estamos viviendo. Y eso son diferencias importantes. Yasky tiene una concepción de que todo aquel que no piensa como él, lo critica o le da la espalda.

Fuente: El Argentino

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